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viernes, 5 de octubre de 2012

Mitos de la educación ambiental

Uno ya empieza a cansarse de, tantos años después, volver a oír la misma retahíla. A ver cuando demontres vamos a acabar con los falsos mitos. Voy a empezar por estos tres, pero son muchos más. Si se animan a echar una mano, bienvenida será.
De manera muy simple.

1.- El medio ambiente trata de la naturaleza (de los pájaros y de los árboles, más concretamente).
llevo más de dos décadas dedicadas full time a la educación ambiental. Nunca he encontrado una definición de medio ambiente que la equipare a la naturaleza. Nunca. Definiciones de medio ambiente hay infinitas. Me vale cualquiera. No he encontrado una que diga que sea la naturaleza. Si vamos a la definición de la Cumbre de Estocolmo (1972), a la de Pepe Gutiérrez (1995), a la de María Novo (1998), al estudio de Marcén (2006)... da igual, nadie identifica "medio ambiente" y naturaleza. Por el contrario, con matices, todo el mundo apunta que es un sistema formado por factores físicos, biológicos, químicos y sociales que están relacionados entre sí, que condicionan la vida de los seres humanos y que, a su vez, éstos pueden condicionarlo.
Por tanto, el medio ambiente no se preocupa, nunca se ha preocupado, exclusivamente de la naturaleza, sus pajaritos y sus arbolitos. Se ha preocupado siempre, además de los anteriores, por el ser humano, por sus relaciones sociales, sus diferencias, sus necesidades...

2.- El educación ambiental formal es cosa del docente "de naturaleza".
Vista la definición anterior y si el medio ambiente abarca todo aquello, visible e invisible, que nos rodea, desarrollar la educación ambiental será tarea de todos los docentes independientemente de su perfil profesional. Docentes de ciencias sociales, naturales, de ciudadanía, de creatividad, de ética y filosofía, de... están llamados -siempre que lo estímen oportuno- a participar de esta aventura, reto, compromiso, manera de hacer, responsabilidad...

3.- El objetivo de la educación ambiental es cambiar las actitudes y comportamientos.
El medio ambiente está en crisis. Hay una gran crisis medioambiental que, en boca de representantes tan poco sospechosos de ser ecologistas radicales como la ONU (Declaración del Milenio, art. 6, tercer punto) o la UNESCO (Declaración de la Década de Naciones Unidas para la Educación para el Desarrollo Sostenible). Ban ki moon (Declaraciones en Copenhague-09) se debe al sistema de producción y de consumo insostenible que tiene desarrollado el mundo enriquecido y al que se quiere sumar el empobrecido.
Si el sistema económico, en definitiva, es la causa -no las actitudes, ni los comportamientos de la ciudadanía, que pueden ser un elemento más-, ese es el objetivo de la educación ambiental: educar, desarrollar personas críticas, que sean capaces de propugnar un cambio social en clave de gobernanza global democrática y participativa, de gran valor para la educación y la salud, de modelo energético sostenible, de modelo económico basado en la equidad y en la solidaridad intra e inter generacional, que favorezca la biodiversidad,... y menos "cambiar comportamientos". Pero, si hasta la Carta de Belgrado lo tiene tan sólo como uno más de sus seis objetivos. A ver cuando erradicamos esta visión asociacionista y conductista de nuestros centros educativos.



Gutiérrez Pérez, J. (1995): La educación ambiental. Fundamentos teóricos, propuestas de transversalidad y orientaciones extracurriculares. Madrid, La Muralla. (Colección Aula Abierta).
 

Novo, M. (1998): La educación ambiental. Bases éticas, conceptuales y metodológicas. Editorial Universitas y Ediciones UNESCO. Madrid.

Marcén, C., Molina, P. J. (2006): La persistencia de las opiniones de los escolares sobre el medio ambiente. Una particular visión retrospectiva desde 1980 a 2005. Boletín del Ceneam, diciembre.
 

ONU-Organización de las Naciones Unidas. Resoluciones del período de sesiones: http://www.un.org/es/documents/ag/resga.shtml


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